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viernes, 7 de diciembre de 2012

Al final nos echarán

Desde la política Caldera(ministro de Zapatero) de puertas abiertas para todos, se nos ha llenado el país de chinos, musulmanes y todo tipo de nacionalidades. Eso está bien cuando vengan a aportar algo, pero en la mayoría de los casos, no es así. En un colegio de Castellón, con un 95% de estudiantes españoles, se han prohibido los mensajes y los símbolos del cristianismo en sus aulas con motivo de la Navidad. Un grupo reducido de mujeres con velo ha exigido a la dirección del colegio –y el colegio ha obedecido– la ausencia del Nacimiento. Es decir, que vienen de fuera a darnos lecciones. En cuanto entran por la frontera están pidiendo derechos, pero no deberes. Derechos que, en su país de origen, no tenían Pero claro, España es el país de le libertad, donde cualquiera puede venir de fuera a decirnos como vivir. Habría que explicar a estas fundamentalistas musulmanas que la Navidad es una fiesta cristiana.Que en la Navidad nace Jesús, el Hijo de Dios. Que España es una nación con una antiquísima y enraizada fe cristiana y católica.Que viven y han elegido España para vivir, y ello no les procura el derecho de imponer sus furibundas ideas. Son ellos los que tienen que respetar nuestras costumbres y no nosotros las suyas. ¿Alguien se imagina a un católico, intentando abrir una iglesia en Egipto, Marruecos o cualquier otro país árabe, o diciendo en un colegio árabe que quiten la foto de Mahoma?. Curiosamente, los laicos, los agnósticos y los que presumen de no ser religiosos, celebran la Navidad. Y lo hacen por sus hijos y por sus nietos. ¿A quién se ofende poniendo en un portal a María, San José y al Niño?  ¿A quién daña, humilla o provoca?. Ese Niño representa la paz,  la humildad, el amor y el perdon. No tiene nada que ver en esto la iglesia ni la religión fundamentalista, de la que son seguidores la mayoría de los musulmanes que vienen a España. Parece ser, que en un alarde de generosidad, las madres musulmanas han concedido al colegio el permiso de instalar un árbol de Navidad. Un precioso árbol adornado que nada tiene que ver con la tradición cristiana, pero que la costumbre ha establecido como complemento simbólico de la Navidad. El respeto por otras religiones y creencias está garantizado en España. Pero no tenemos garantizado el respeto a nuestras creencias y costumbres. Todo para ellos y nada para nosotros. España es cristiana, y celebra el Nacimiento del Hijo de Dios. No vamos a permitir la intolerancia de los que hemos recibido con los brazos abiertos. Que nos respeten. Y si no, que se vayan. Con nuestro afecto y cortesía. Pero que se vayan los que no saben respetar a los que supieron acogerlos, cuando vinieron pidiendo asilo, mientras huían de sus países. Allí no podían pedir ningún tipo de derechos.