Así, sí, sevillanos por encima de todo

El domingo pasado las aficiones de Sevilla y Betis dieron, por fin, una lección de deportividad dentro y fuera del campo, exceptuando a los 4 descerebrados de siempre, aunque a esos no les gusta el futbol, sólo son gamberros que si se acabara el fútbol pues pegarian a las ancianas o venderian drogas a los niños. El resto demostró, por fin, repito, que el fútbol debe ser una fiesta, que no hay que tener miedo de ir al campo a defender tus colores e, incluso, ir con tu hijo a esa fiesta deportiva sin miedo a que le den una pedrada o algo peor. Hay que ir al fútbol a pasar un buen rato, cada que defienda a su equipo sin insultar al otro y después felicitar deportivamente al que gana. Así, no sólo contribuimos a recordar a Antonio Puerta en cada derbi, sino que hará que la gente vaya con alegría a ver un partido de fútbol.