Pobrecito etarra

Hay que ver la pena que me da el etarra al que los guardias civiles, en el ejercicio de su profesión y para evitar que se escaparan dos asesinos, le ha roto una costilla. Ahora vienen los del PNV a denunciar malos tratos. Claro que a lo mejor preferian que hubieran matado a los guardias civiles y hubieran escapado. Seguro que entonces no hablarían. Estos del PNV siempre con su ambiguedad, el caso es coger votos de un lado y de otro. Estos asesinos han confesado que fueron los de la terminal T-4 y que estaban preparando un atentado a gran escala en un centro comercial de Madrid. ¿ No le da verguenza a ese político, salir a defender a estos animales?